En la declaración Nostra Aetate, del concilio Vaticano II, valora positivamente el esfuerzo de las religiones no cristianas en su búsqueda de Dios y expone cual debe ser la actitud de los cristianos y cristianas hacia los creyentes de otras religiones :
- A todas las religiones no cristianas.
La iglesia Católica nada rechaza de lo que en estas religiones hay de verdadero y falso.Considera con sincero respeto lo modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas que,aunque discrepan en muchos puntos de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces reflejan aquella verdad que ilumina a todos los hombres.Anuncia y tiene la obligación de anunciar constantemente a Cristo, que es el camino, la verdad y la vida, en que los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilio consigo todas las cosas...Por consiguiente exhorta a sus hijos a que, con prudencia y amor, mediante el diálogo y la colaboración con los adeptos de otras religiones, dando testimonio de la fe y de la vida cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes espirituales y morales, así con los valores socioculturales que en ellos existen.
- En referencia al Islamismo
La iglesia mira tambien con aprecio a los musulmanes, que adoran al unico Dios viviente y subsistente, misericordioso y todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, que habló a los hombres, a cuyos designios procuran cometerse con toda el alma, como se sometió el Dios Abraham, a quien la fe Islámica mira con complacencia.Veneran a Jesús como un profeta, aunque lo no lo reconocen como Dios; Honran a María, su madre virginal, y a veces también la invocan devota mente. Esperan ademas, el día del juicio, cuando Dios remunerara a todos lo hombres resucitados. Por ellos, aprecian la vida moral y honran a Dios, sobre todo, las limosnas y ayuno.
- En referencia al Judaísmo
La iglesia reconoce que los comienzos de su fe y de su elección se hallan en la estirpe de Abraham; recuerda que ha recibido el antiguo testamento de aquel pueblo con el que Dios hizo la antigua alianza y que de este pueblo procedieron Cristo (según la carne), María y los Apóstoles.Aunque la mayor parte de los judíos se negaron a aceptar el Evangelio, siguen siendo, si embargo, muy queridos de Dios, y la iglesia aguarda del día en que todos los pueblos aclamaran al señor, a la vista de los lazos especialisimos que ligan a cristianos y judíos, el concilio recomienda el mutuo conocimiento y la mutua estima.